Hoy toca una clase exprés de Cuidado de Criaturas Mágicas, así que abrid vuestro Monstruoso Libro de los Monstruos por la página 30. Eso sí, antes de abrirlo no os olvidéis de acariciarle el lomo ¿no querréis llevaros un mordisco? A continuación nos adentraremos en la tercera entrega de la Saga Harry Potter, el Prisionero de Azkaban para descubrir el laborioso trabajo que desarrolló el equipo de producción para dar vida a Buckbeak, los Dementores y por supuesto al licántropo en el que se transforma el Profesor Lupin. A la hora de dar vida a estas criaturas, el cineasta Alfonso Cuaron se decantó por trucos de la vieja escuela combinados con CGI y bueno, a la vista están los resultados… Si os parece bien vamos a conocer como se crearon estas Criaturas Mágicas en Harry Potter según su orden de aparición en el film.
Los Dementores

Oímos hablar por primera vez de estas criaturas, guardianas de los prisioneros de azkaban, en la tercera entrega de Harry Potter. Su poder consiste en succionar la felicidad de sus víctimas, despojarlos de esperanza y dejarlos sumidos en la tristeza, la depresión e incluso en estado catatónico. Llegan a ser letales cuando te dan el conocido beso del dementor, mediante el cual te absorben el alma. Estas criaturas no son otra cosa que la depresión, tal y como la sintió en su día la autora de los libros, J.K. Rowling, cuando escribía la primera entrega de Harry Potter.
A la hora de diseñar a los dementores, pensaron en ellos como un ser abstracto y metafísico. El cineasta Alfonso Cuaron pensó que la forma de distinguirlo del resto de las criaturas – o incluso de la propia parca, ya que son muy similares – tenía que ser su forma de moverse. Los Dementores no caminan, flotan. Esto daba lugar a conseguir que las túnicas rasgadas bajo las que se ocultan, realizaran un movimiento fluido y natural junto con ellos. ¿Cómo conseguir este efecto, con CGI o trucos de la vieja escuela? Obviamente Cuaron apostó por la segunda opción.

Así pues empezaron por fabricar títeres de los Dementores, y después probaron a crear el movimiento soplando viento con ventiladores. El resultado que obtuvieron simplemente no funcionaba, no era lo que Cuaron estaba buscando. Por lo que decidió sumergirla en el agua y observar como se movía, filmaron un par de pruebas con el dementor flotando a cámara lenta y moviendo la cámara hacia atrás. Obtuvo justo lo que estaba buscando. Así que decidieron adaptarlo al entorno CGI.
Luego estaba la premisa de que estos personajes tenían todo el tiempo del mundo, por lo que en la mayoría de las ocasiones en las que los vemos en pantalla, sus movimientos son lentos, tanto el suyo propio como el de sus ropas. Para conseguir expresar esto, el equipo de producción paso mucho tiempo trabajando mediante prueba y error.
El Hipogrifo Buckbeak

Para dar vida a este increíble ser mitológico mitad águila mitad león – aunque en la película es mitad caballo -, el equipo de producción diseñó un modelo funcional real del hipogrifo a escala. Es decir, es una auténtica máquina que realiza movimientos cuando es necesario y como es necesario. Se fabricaron 3 réplicas de Buckbeak, lo que supuso un enorme trabajo de gran dificultad que les llevo varios meses desarrollarlo, cuatro meses y medio para ser más exactos.
En la oficina de los diseñadores del hipogrifo, encontraron esqueletos de pájaros y de caballos. Se estaba reuniendo con fisiólogos y veterinarios, había que empezar a darle vida desde los huesos para conseguir crear sus movimientos. El Hipogrifo está mayormente creado por ordenador, es decir que es cgi en la mayoría de las escenas. Pero para conseguir una interactuación con Daniel Radcliff de lo más precisa, además de contar con réplicas a escala real de la criatura – como por ejemplo en la que Hagrid monta a Harry – crearon “complementos” de Buckbeak, como el pico, para posteriormente introducirle de manera digital.

Como bien os había dicho antes, crear las tres réplicas a escala real de Buckbeak fue un arduo trabajo. A cada una de las estructuras mecánicas le colocaban una piel de licra hecha a medida, a la cual le iban colocando de manera individual las plumas, una por una. Y por si esto fuera poco, cada una de dichas plumas se había pintado a mano. Para las escenas de vuelo, desarrollaron una plataforma similar a la de un toro mecánico, rodeada de CGI en la que Daniel se subía. Las acciones se basaban en las que hacía Buckbeak en la animación, por lo que los movimientos del actor coincidían con la animación a la perfección.
De Remus Lupin a Hombre Lobo

Por si a estas alturas de la vida nos quedase alguna duda, la versión licántropa del Profesor Remus Lupin se creó totalmente por CGI. Pero para la escena de la transformación si que echaron mano a los efectos de maquillaje protésico, centrándose especialmente en los ojos y la piel real. El proceso de transformación fue el siguiente: crearon una máscara de latex para Lupin, en la que su cara estaría comenzando la transformación a hombre lobo. Lo característico de dicha mascara es que tenía una especie de cicatrices que iban desde la boca hasta prácticamente las orejas. Este detalle se hizo así por petición de Cuaron, para marcar un punto de conexión entre el rostro humano y las fauces del lobo.
Sobre esta base a posteriori, y digitalmente, fueron desarrollando la transformación y por supuesto la abertura de la boca del licántropo, que iba cogiendo la longitud de las cicatrices. Y bueno, como ya podéis ver en la película, el resto de metraje en el que vemos aparecer a Lupin con este aspecto fue generado mediante vfx.
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