
No todas las heroínas llevan capa, escudo y espada. Nada de eso, son mujeres de a pie que luchan todos los días por cambiar el mundo, de forma incansable y sin renunciar a sus sueños. Una de estas heroínas infatigables es la cineasta Patty Jenkins, que en 2017 dejó de ser una gran desconocida para buena parte del público, para todos aquellos que en 2003 no disfrutaron de su ópera prima, Monster. – Sí, aquel largometraje que hizo a Charlize Theron la ganadora del Oscar a Mejor Actriz -. Y es que 14 años después de que irrumpiera por primera vez en nuestras vidas, la cineasta volvía al ruedo por la puerta grande como directora de Wonder Woman (2017). A sus 45 años Patty Jenkins se convertía en la primera mujer en dirigir una película de súper héroes, así como la primera en estar al frente de una superproducción con un presupuesto de 150 millones de dólares. No es de extrañar que algunos se refieran a ella como la Wonder Woman de Hollywood.
Pero la cosa no termia aquí, no, ya que la recaudación en su primer fin de semana de estreno la convirtió en el mejor lanzamiento dirigido por una mujer en la historia del cine. Y para terminar de rematar la faena, gracias al rodaje de la secuela, Wonder Woman 1984, Patty Jenkins se ha convertido en la cineasta mejor pagada de Hollywood así como en una de las más influyentes. Aunque Jenkins ahora está en lo más alto de la cúspide, de la que espero que ya no baje nunca, para lograr alcanzar este sueño la cineasta no recorrió un camino de rosas. De hecho todo comenzó en su infancia, cuando tenía tan sólo 7 añitos.
La película que marcó su infancia

Patty Jenkins nació un 24 Julio de 1971 en la base militar George Air Force de Victorville, California debido a que su padre William T. Jenkins era piloto de combate. Cuando la cineasta tenía 7 años, su padre murió en el Mar del Norte tras sufrir un accidente con un caza F5. Jenkins acababa de sufrir uno de los golpes más duros de su vida, que cambió drásticamente su mundo. Un par de meses después de la pérdida de su padre, junto a su madre y su hermana se trasladaron a Kansas, pero durante el viaje en coche hacia el que sería su nuevo hogar, el coche las dejó tiradas en Texas. Mientras su madre iba al taller las dejó a ella y a su hermana en el cine. Era 1978 y en la sala estaban proyectando Superman, un largometraje que dejó a Patty Jenkins totalmente descolocada.
El protagonista de Superman había vivido una situación muy similar a la suya, primero había perdido a su padre biológico y posteriormente al adoptivo. Pese a las dificultades siguió adelante, se transformó en Superman y volvió a creer de nuevo en el mundo. Aquello fue para Jenkins una gran revelación, no todo estaba acabado, la vida seguía y ella volvía a creer en un futuro. Como ella misma dijo en una entrevista, fue la capacidad de las artes de crear un mundo mejor para vivir lo que la atrajo al mundillo.
Iniciando su trayectoria profesional

Al cumplir los 18 años Patty Jenkins se trasladó a Nueva York, pero no iniciaría su formación en el American Film Institut hasta algún tiempo después, ya que comenzó su carrera como pintora en The Cooper Union. Sus primeros pasos dentro del panorama cinematográfico fueron como operario de cámara, un trabajo que desarrolló a lo largo de diez años. Durante esta época se dedicó a filmar anuncios y videoclips, hasta 2001, año en el que lanzó su primer proyecto personal: Reglas de velocidad, cortometraje en el que la cineasta hacia su propio homenaje a Superman (1978), y poco después rodaría su segundo corto, Solo Conduce.
En 2003 por fin vería la luz su opera prima como cineasta, Monster. Largometraje sobre la asesina enserie Aileen Wuormos, que fue ejecutada en 2002 por asesinar a 7 hombres entre 1989 y 1990. Pese al gran ruido que provocó con Monster, apenas volvimos a oír nada sobre Patty Jenkins que, tras dirigir dos episodios de la serie Séquito en 2006 no volvió al rodaje hasta 2011 ¿Por qué? Patty Jenkins fue mamá y como ella misma ha declarado en más de una ocasión: «Puedo dirigir largometrajes y criar a un niño, pero no a la vez. No dejé mi carrera, hice televisión para tener más tiempo».
Patty Jenkins y Wonder Woman

Catorce años después del estreno de Monster, y tras abandonar la dirección de Thor 2: el mundo oscuro por diferencias creativas entre la cineasta y los productores, llegó el gran momento de su vida: Wonder Woman. Una de las grandes apuestas de DC Comics tras presentar al personaje en Batman vs Superman, y que contaba con un presupuesto que superaba con creces el que tuvo para rodar Monster. Un proyecto que ya trató de sacar adelante en 2008, pero que en ese momento decidieron echar para atrás. Después de los fracasos obtenidos con Elektra y Catwoman no quisieron correr riesgos. Pero lo que Patty Jenkins ha hecho por el personaje y el personaje por ella, eso si que ha sido una auténtica maravilla. Jenkins ha relanzado a Wonder Woman como un símbolo del empoderamiento de la mujer, y relajando su imagen de objeto sexual.
La ha situado a la misma altura de personajes como Thor o el Capitán América, así como les ha dado a las niñas una heroína que las inspira a ser las creadoras de su propia historia. También quiso mostrar una imagen fuerte y potente de las amazonas, a las que vimos de nuevo sexualizadas en La Liga de la Justicia. Escogió a mujeres atletas y luchadoras como Brooke Ence, ganadora de Crossfit, Ann Wolfe, boxeadora y tricampeona del mundo así como Madeleine Vall Beijner, ex luchadora profesional entre otras muchas mujeres atletas más. A las que vistió con autenticas armaduras propias de guerreras amazonas.
Patty Jenkins la Wonder Woman de Hollywood

Wonder Woman (2017) ha supuesto un antes y un después en la historia de Hollywood, como bien os contaba al principio de este artículo. Y su secuela, Wonder Woman 1984, ha terminado de rematar la faena al transformar a Patty Jenkins en una de las cineastas más influyentes de Hollywood. En 2017 Jenkins fue nombrada Mujer de Año por la revista Glamour y Persona del año 2017 por la revista Time. Además participa también de forma activa en la lucha por la desigualdad de género en Hollywood, especialmente en los puestos detrás de cámaras.
A estos reconocimientos hay que añadirle el que le dedicó la empresa estadounidense de juguetes Mattel, sí, los creadores de Barbie. La compañía hace un tiempo se comprometió a crear una línea de muñecas en las que representan a mujeres extraordinarias, con el fin de darles a las niñas modelos de mujeres reales que las inspiren. Esta colección se llama Role Models: Sheroes (Modelos a Seguir: Heroínas), y entre todas las que existen actualmente podemos encontrar las de Katherine Johnson (Matemática y física de la NASA), Amelia Earhart (Pionera de la aviación), Nicola Adams OBE (Campeona de Boxeo) entre muchas mujeres inspiradoras, encontramos también la muñeca de Patty Jenkins.
Sin duda los sueños se acaban cumpliendo, no hay que rendirse nunca.