
Kathryn Bigelow es una de las pocas mujeres en Hollywood que puede presumir de ser un peso pesado dentro de la industria, pese a que ella no lo haga. Esta cineasta ha marcado la diferencia al adentrarse en un terreno que parecía estar reservado para los hombres, lo que le ha valido para convertirse en la única mujer ganadora del Oscar a Mejor Dirección. Pese a que es una directora más que brillante, actualmente su filmografía apenas alcanza las 10 películas, por lo que con ella tenemos un claro caso de que prima la calidad a la cantidad. Las increíbles imágenes de sus largometrajes, la intensidad y la tensión que imprime en ellas hace que sea una de las directoras más interesantes de nuestro tiempo.
Debutó como cineasta en 1981 con “The Loveless”, un drama inspirado en el amor que sentía hacia las películas de la década de los 50. Pero el film que llamó realmente la atención de la crítica fue “Near Dark” (Los viajeros de la noche 1987), en el que el joven Caleb Colton es seducido por una mujer que resulta ser un vampiro. Ella lo convierte en uno de ellos y lo introduce en su clan, en el que tendrá que encajar a la par que adaptarse a su nueva forma de vida. Ahora bien, el éxito y el renombre le llegó de la mano de “En tierra hostil”, que le sirvió para convertirse en la primera mujer en ganar el Oscar y el BAFTA a Mejor Dirección y, posteriormente, sembraría la polémica con “La noche más oscura”. Dicho esto, vamos a desengranar un poco estas dos películas…
En Tierra Hostil

En 2009 nos regaló el largometraje “En Tierra Hostil”, que trata sobre la unidad especializada en bombas en Bagdad, los horrores a los que deben enfrentarse en su trabajo, así como las secuelas psicológicas que sufren estos hombres. La idea de rodar la película surgió a raíz de una conversación con el periodista Mark Boal, quien le contó que había estado en Irak con un grupo de militares que se dedicaban a desarticular bombas. Bigelow quedó impactada por la historia, especialmente porque estos hombres apenas contaban con unos alicates para desactivar bombas de un radio de 300 metros de potencia.
Así pues la cineasta le pidió a Boal que escribiese el guion de la película. Bigelow quiso rodar “En Tierra Hostil” desde un punto de vista documental-periodístico, lo que sin duda le aportó mayor realismo al film. Para conseguir que el espectador se “convirtiese” en el soldado y sintiese el caos de la guerra, Bigelow rodó con varias cámaras móviles. El rodaje se llevó a cabo en Jordania en pleno verano, por lo que durante la primera semana sufrieron una fuerte ola de calor que provocó la baja médica de buena parte del equipo.
El largometraje se enfrentó en los Premios Óscar a la película más ambicioso del momento de James Cameron, “Avatar”. Pero la gran ganadora no podía ser otra que Kathryn Bigelow, que se alzó con el Oscar a Mejor Película y a Mejor Dirección. Aunque su largometraje más polémico sin duda fue “La Noche más Oscura”.
La Noche más Oscura

Probablemente esta sea la película más brillante de la filmografía de Bigelow, y también una de las más brillantes de la historia del cine además de polémica. La verdad es que la temática puede considerarse como “sensible” para según que personas, ya que trata sobre los 12 años que duró la búsqueda y captura de Osama Bin Laden. Y ya para terminar de rizar el rizo, la protagonista de “La Noche más Oscura” es ni más ni menos que una mujer, la Agente Maya, a la que da vida la increíble Jessica Chastain.
Pero lo que realmente sembró la polémica fue la secuencia de la captura de Bin Laden, que tacharon de poco precisa, y las escenas de tortura. La cosa no quedó ahí, ya que a la CIA tampoco le hizo gracia que representasen algunos de sus métodos para interrogar a los prisioneros de Al Qaeda: ahogamiento acuático, daños físicos y psicológicos… Esto se hizo como una forma de reabrir el debate sobre la tortura, algo que estaba muy a la orden del día. Pero aún hay más, ya que se decía que tanto Bigelow como Boal habrían podido tener acceso a documentos del Pentágono sobre la operación en Pakistán. Esto entre otras cosas muchas más que se dijeron.
Al igual que hizo con “En Tierra Hostil” Bigelow contó con Boal como guionista y también trasladó el rodaje de “La Noche más Oscura” a Jordania, donde reconstruyó la última guarida de Bin Laden a lo largo de tres meses mediante los planos, datos e informes que pudo recopilar. En resumen, levantaron un complejo fortificado completo de la nada. Pese al gran esfuerzo y trabajo que supuso rodar este film, no tuvo una muy buena acogida que digamos en los Oscar, pero esto no es de extrañar…
El sello de Kathryn Bigelow

No obstante, tras haber hecho un pequeño inciso en las dos obras más destacadas de Bigelow, toca hablar un poco de su sello personal como cineasta. Desde sus inicios si algo ha llamado la atención de sus películas son sus increíbles imágenes, algo que ha sabido ir fusionando con potentes secuencias de acción y un tratamiento especial del suspense. A cada nueva producción que caía en sus manos, Bigelow ha ido perfeccionando su original punto de vista y realización, que si por algo se caracteriza es por tener un estilo periodístico – documental, como bien puede apreciarse en sus últimos largometrajes.
suele abordar temas que tratan sobre problemas del momento y que invitan a la reflexión, sobre todo en el ámbito político, y que además funcionan a modo de espejo de nuestra sociedad. En cuanto a los protagonistas de sus largometrajes, no se caracterizan por ser héroes de acción sino todo lo contrario, son personajes incomprendidos, antiheróicos y marginales; pero sobre todo lo que más destaca de ellos es que están consumidos por sus obsesiones, sus “adicciones”, algo que se plasma a la perfección en el largometraje “En Tierra Hostil”.
Una referencia para nuevas directoras

Tras sus años de carrera y su inmersión en un género reservado para hombres, Bigelow es muy consciente de cuál es la realidad en la que vive, en la que ser mujer y cineasta dentro de la industria cinematográfica acaba siendo una desventaja o dificultad añadida. Pero no ha dejado que eso sea un impedimento, no para ella, que afirmaba haber hecho caso omiso a este hándicap por dos buenas razones: la primera es que ella no puede cambiar su género, y la segunda es que no iba a dejar que por ser mujer le impidieran dirigir películas. No obstante eso no significa que la situación siga siendo un tanto complicada, pues Bigelow ya lo dejaba claro en una entrevista al medio EL PAÍS: “En el cine, como realizadora y especialmente en los tiempos que corren, entretener no es suficiente”. No quería terminar el post sin recomendar la filmografía de la directora, pero especialmente su último largo hasta la fecha, Detroit (2017). Basada en hechos reales, narra las revueltas motivadas por el racismo en la ciudad de Detorit en el verano de 1967. Se centra principalmente en la redada que la Guardia Nacional llevó a cabo en el Motel Algiers, en el que mataron a tres de sus residentes y al resto los sometieron a duras torturas y humillaciones. Es una película realmente dura en la que la realizadora ha querido poner al espectador en la piel de las víctimas, mostrando imágenes muy potentes.