En este 2021 volvemos a abrir las páginas de «El Viaje del Escritor«, para completar lo que en su día inicie con el post El Viaje del Escritor (Christopher Vogler) Parte 1: Las etapas del viaje. Entonces, sirviéndome de la trama de «Drácula, de Bram Stoker«, analicé los 3 actos (planteamiento, nudo y desenlace) que componen cualquier historia, obra literaria o audiovisual, así como las 12 etapas o partes en las que se dividen estas y que ayudan a construir el relato. En esta segunda entrega nos vamos a centrar en los arquetipos de los personajes. Pero primero ¿qué es un arquetipo?
Para los que no estéis aún muy familiarizados con este término, cuando Christopher Vogler habla de arquetipo hace referencia al rol que desempeña un personaje concreto. No habla de razas, de género, edad ni de ningún tipo de rasgo o característica específica. Normalmente encontramos un tipo de personajes recurrentes, así como una serie de relaciones que se repiten. Para identificar la naturaleza de cada arquetipo tenemos que hacernos dos preguntas: ¿Cuál es el aspecto de la personalidad que representa? y ¿Cuál es su función dramática en la historia?

Arquetipos de los Personajes
Los arquetipos no representan a personajes rígidos, por lo que podemos tener a un personaje con rasgos de diferentes arquetipos o cambiar su papel dentro de la historia. Pese a esto según el autor, Christopher Vogler, normalmente vamos a encontrar 7 arquetipos «clave» que son los que suelen aparecer con más frecuencia en las historias. Aunque existen tantos arquetipos como cualidades humanas que puedan ser dramatizadas en una historia.
Dicho esto, para que sea más fácil comprender y entender cada arquetipo, vamos a identificarlos en una película. De nuevo escogeré «Drácula, de Bram Stoker«, y así como os ofrecí un doble análisis desde la perspectiva de Jonathan Harker como protagonista y desde la del Conde Drácula, en esta ocasión haré lo mismo.
1. El Héroe
Cuando hablamos del arquetipo del Héroe, entendemos que es alguien que es capaz de sacrificar sus propios intereses en beneficio de los demás. Si hablamos de su vertiente psicológica, el Héroe representa el ego, el yo, esa identidad personal que se cree diferente del resto. Dentro de la historia el Héroe representa el yo en busca de su identidad e integridad, por lo que a lo largo del viaje se forja como ser humano integro y completo. Normalmente vemos la trama desde su perspectiva, desde sus ojos, además no tardamos en identificarnos con él o ella, ya que posee cualidades universales que no caen en estereotipos.
Podemos encontrar diversos tipos de Héroes entre los que tenemos a aquellos que desean y no desean serlo, los antihéroes, los sociables y los solitarios, los héroes trágicos y los catalizadores. También puede combinarse con otros arquetipos dando lugar a híbridos como el héroe embaucador, puede transformarse en la figura cambiante o en el mentor de otra persona, así como también puede expresar facetas oscuras y sombrías del ego.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
Si abordamos la película con Jonathan Harker como protagonista, está de más que os diga que él es el Héroe de la historia. Pero si analizamos bien su función dentro de la trama, podríamos estar ante un Héroe reticente, alguien pasivo y remiso que necesita de una motivación externa para iniciar la aventura. Pese a todos los desencuentros que sufre, no vemos que experimente un gran cambio o crecimiento personal. De hecho no llega a implicarse más en la trama hasta que llega al desenlace, lo que hace que no lleguemos a empatizar como deberíamos con él.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
Si abordamos la película con Drácula como protagonista, este se correspondería con el arquetipo del Héroe Herido. Estamos ante un heroico caballero – tal y como nos presentan a Drácula en el prólogo -, de armadura deslustrada, solitario que ha sido rechazado por la sociedad al igual que él la ha rechazado. Estas características podrían hacer que empatizáramos más con él. Además este tipo de héroes pueden vencer en el último momento.
2. El Mentor
Otro de los arquetipos que aparece con más frecuencia en los relatos es el Mentor, quien suele ser quien ayuda o instruye al Héroe. Suele recibir el nombre de anciano sabio o anciana sabia, y se manifiesta en todos aquellos personajes que enseñan y protegen a los héroes y les proporcionan ciertos dones. En su vertiente psicológica el mentor representa el yo más elevado, nuestra parte más sabia, noble y semejante a la divinidad. Normalmente la figura del mentor está estrechamente relacionada con la del progenitor, además muchos héroes buscan en ellos modelos de conducta adecuados.
Al igual que sucede con el arquetipo del Héroe, encontramos distintos tipos de Mentores: el mentor oscuro que le incita a correr peligro, el mentor caído, el cómico, el mentor múltiple que da una instrucción especializada al Héroe tal y como hace Yoda con Luke Skywalker. Tenemos también el mentor chaman, el flexible o el interno entre unos cuantos tipos más. Normalmente este personaje suele aparecer al principio, aunque en realidad lo podemos encontrar en cualquier momento.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
La figura del mentor aparece representada en el personaje de Abraham Van Helsing, que hace su aparición en la historia con la trama ya bastante desarrollada. No sólo es el mentor de Jonathan Harker, sino de todos los aliados que tratan de vencer a Drácula, además de que no duda en enfrentarse el mismo al vampiro. Por tanto Van Helsing respondería al arquetipo del Mentor Caído, ya que Van Helsing transita por su propio camino del Héroe, de hecho él mismo transita por las mismas etapas del viaje a lo largo de su propio camino hacia la redención.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
Por su parte Drácula no cuenta con ningún mentor, por lo que si lo tomamos a él como protagonista la historia no contaría con el arquetipo del Mentor.
3. El Guardián del Umbral
A lo largo del viaje todos los Héroes se van topando con diferentes obstáculos, y uno de ellos es el Guardián del Umbral. No es ni el antagonista de la historia ni tampoco el villano principal, más bien es uno de sus compinches o simplemente un personaje neutral que le pone las cosas complicadas al Héroe. Solemos encontrarlos justo cuando el protagonista va a entrar al mundo especial, ya que el Guardián del Umbral tratará de impedírselo.
También os digo que no tiene que ser un personaje como tal, puede representar obstáculos de nuestra vida cotidiana como: el mal tiempo, la mala suerte, el comportamiento hostil de las personas… Y si nos adentramos a un nivel psicológico más profundo, el guardián del umbral encarnaría nuestros demonios ocultos, las carencias, las cicatrices emocionales, las limitaciones personales, etc. De nuevo, se trata de personajes flexibles, por lo que el Héroe podría encontrarse con un posible nuevo aliado potencial.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
Cuando Jonathan Harker cruza el primer umbral y llega al mundo especial, Transilvania, no tiene que enfrentarse a ningún guardián del umbral. Por lo que este arquetipo no aparecería en la historia.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
Drácula sí que se enfrentaría al guardián del umbral quien sería Jonathan Harker. Hasta que no consigue mantenerlo a raya junto a sus novias, Drácula no deja atrás su mundo ordinario para iniciar la aventura y realizar la travesía al primer umbral. Como ya sabéis, los arquetipos son flexibles y pueden cambiar de máscara a lo largo de la historia, por lo que Harker cambiaría su función más adelante.
4. El Heraldo
El arquetipo del Heraldo suele aparecer durante el desarrollo del primer acto, y su labor como imaginareis es anunciar que llega un cambio. Este anuncio o mensaje podríamos recibirlo en forma de sueño, una figura onírica, una persona real o una nueva idea que nos surge. También puede tratarse de una fuerza de la naturaleza, como una tormenta, un huracán o los primeros temblores de un terremoto. Los Heraldos son portadores de motivación, suelen presentarle un desafío al Héroe así como ponen en movimiento la historia.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
Podemos reconocer la figura del Heraldo en el personaje de Renfield, quien dentro de su locura anuncia que pronto su amo llegará y llevará acabo sus planes. Por tanto estás anunciando cambios durante la mayor parte de la película.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
El arquetipo del Heraldo no aparece en el relato con Drácula como el Héroe.
5. La Figura Cambiante
Como su propio nombre indica si por algo se caracteriza este arquetipo es por tener una naturaleza cambiante e inestable. Suele tratarse de personajes que cambian su humor, aspecto o estado de animo de tal manera que tanto al Héroe como al público se les hace complicado empatizar con ellos. Lo habitual es encontrar a este arquetipo en el interés amoroso del Héroe o como su compañero/a.
El propósito psicológico de la Figura Cambiante supuestamente es el de expresar la energía del animus. Y el animus es el nombre que se le da al elemento masculino del inconsciente femenino y viceversa. En cuanto a su función dentro de la trama, la figura cambiante se encarga de sembrar la duda y el suspense en la historia.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker/ Conde Drácula como protagonista
En ambos casos la Figura Cambiante sería el personaje de Mina, que al final no deja de ser el interés amoroso de ambos. No sólo porque es bastante habitual que encontremos a este arquetipo en el interés amoroso, sino porque sus sentimientos cambian casi constantemente a lo largo de toda la película. Además de jugar un papel fundamental dentro de la trama.
6. La Sombra
Por lo general el arquetipo de la Sombra se proyecta directamente sobre los antagonistas de la historia, los villanos. Personajes que enfocaran todos sus esfuerzos en destruir al Héroe de la historia. Psicológicamente hablando, la sombra representa los sentimientos reprimidos, las emociones ocultas o negadas, los traumas profundos o la culpa. Al igual que pasa con otros arquetipos, la sombra es flexible y puede cambiar, haber permanecido oculta bajo la máscara de otro arquetipo.
No obstante la sombra también es «humana», es decir, es un personaje que de cierta forma es vulnerable. Al fin y al cabo el villano no deja de ser el Héroe de su propia historia. Lo malo es que en ocasiones está tan convencido de la justicia de su causa que nada lo detendrá para llevarla a cabo.

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
El arquetipo de la Sombra no es otro que el Conde Drácula, aunque el afán de este villano no es el de destruir a Harker, sino el de recuperar a su amada.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
Por su parte la Sombra de Drácula más que Harker sería Van Helsing, al que parece ser que ya se habría enfrentado en una ocasión anterior. En los planes de Van Helsing sí está el destruir a Drácula, mientras que en los de Harker está el recuperar a su Mina.
7. El Embaucador
Por último tenemos el arquetipo del Embaucador, personaje de la historia en el que se plasma la malicia y el deseo de cambio. Normalmente lo encontramos encarnando al secuaz cómico o al héroe embaucador. Su función dentro del relato es la de frenar a los grandes egos, así como ayudar al Héroe y al público a poner los pies en el suelo; por otro lado también provoca la risa sana en el espectador (el famoso alivio cómico), a la vez que señala la locura y la hipocresía. Aunque especialmente la figura del embaucador lo que hace es aportar cambios y transformaciones, las cuales se producen después que el embaucador centre la atención sobre el desequilibrio de una situación estancada. El Embaucador puede trabajar para el Héroe, la Sombra o para sus propios intereses

Drácula de Bram Stoker con Jonathan Harker como protagonista
El arquetipo del Embaucador podemos encontrarlo también en Renfield, a quien podemos considerar como una especie de compinche o trabajador del villano. Y es que hasta bien entrada la trama no hace otra cosa que servir a su amo, Drácula.
Drácula de Bram Stoker con el Conde Drácula como protagonista
Desde la perspectiva del Conde Drácula como el Héroe de la historia, todavía es más clara la función de Renfield como Embaucador. Pese a no aportar grandes cambios o transformaciones en la trama, funciona como el secuaz cómico de Drácula.