Creo que cuando vi El Exorcista por primera vez no tenía ni diez años – la vi a escondidas porque obviamente mi madre no me dejaba -, y aunque la última vez que la vi me provocó más carcajadas que miedo, os aseguro que aquella primera vez me quitó el sueño durante muchas noches. Era cerrar los ojos y venirme a la mente la imagen endemoniada de la pobre Regan, así como también la cara maquillada que aparece momentáneamente en varias ocasiones a lo largo de la película y que supuestamente es Pazuzu – el demonio que posee a la muchacha -. Pese a que El Exorcista no ha envejecido de la mejor manera, porque además estamos saturadísimos ya de niños poseídos y de exorcistas, siempre será considerada la película más aterradora de todos los tiempos.
Cuando se estrenó en 1973 supuso toda una revolución dentro del género de terror, de hecho fue el primer largometraje de este género en estar nominada al Oscar a Mejor Película. Por aquel entonces el tema de los exorcismos no se había tratado en el cine, por lo que verla por primera vez en la gran pantalla supuso una experiencia realmente aterradora para los espectadores. Imaginaos, muchos se desmallaban dentro de la sala de cine, con eso os lo digo todo. Aunque el éxito de este largometraje como el de la novela en la que se basa parecen obra del mismísimo diablo. Y es que la historia detrás del éxito de El Exorcista viene a ser un cúmulo de casualidades que llegaron en el momento exacto. Ahora te cuento esto y mucho más, quédate que seguro que descubres información, datos y curiosidades sobre El Exorcista que no conocías.
El Exorcista, la novela, la suerte y la película

El Exorcista es la adaptación cinematográfica de la novela de mismo nombre de 1971 de William Peter Blatty. El escritor se basó en un suceso real para escribir su obra, para ser exactos en el exorcismo llevado a cabo por dos curas jesuitas al joven de 13 años Roland Doe – seudónimo que se utilizaba para mantener al muchacho en el anonimato – y que tuvo lugar a finales de la década de los 40. Según parece la tía del chico, Harriet, era medium y lo habría introducido en la práctica de la ouija, por lo que al morir ella Roland habría intentado contactarla por este medio. Pero obviamente no fue con ella con quien tomó contacto, y sus “aventurillas” con la ouija desembocaron en una posesión de unos 30 demonios aproximadamente, según cuentan las malas lenguas. Por cierto lo de Roland Doe salió bien y el chico llevó una vida muy normal.
La verdad es que la trama da para un buen libro de terror, pero es que la novela de William Peter Blatty no se vendía ni a tiros. Y es aquí donde tenemos que comenzar a hablar de ese cúmulo de casualidades, de esa energía del universo o alineación de los planetas que consiguió que El Exorcista fuera todo un éxito. Resulta que una noche invitaron a Blatty al programa de entrevistas estadounidense The Dick Cavett Show, porque uno de los invitados falló y tuvieron que sustituirlo. Pero por si esto fuera poco otro de los invitados abandonó el show porque se encontraba mal, por lo que Blatty tuvo 45 minutos para él solito y para su libro y en horario de máxima audiencia. Aquella noche lo cambió todo. Y tan sólo un par de años después llegó la adaptación cinematográfica de El Exorcista.
La supuesta maldición y los excesos de Friedkin

Para el rodaje de una película de esta índole era necesario un cineasta que estuviera a la altura, y parecía que el más indicado para el proyecto era William Friedkin, al que todos apodaban Willie el loco. La verdad es que al director no se le ponía nada por delante con tal de conseguir el efecto que quería: inquietar al espectador hasta llevarlo al límite. Todo esto combinado con los excesos de Friedkin y una serie de “catastróficas desdichas” dieron lugar a la leyenda que afirmaba que el rodaje de El Exorcista estaba maldito. Y bueno, después de conocer la curiosa forma en la que la novela fue un éxito, lógicamente todo lo que puedan decirte después te lo crees. Pero vayamos por partes:
Ellen Burstyn, que interpreta a Chris MacNeil la madre de Regan, se hizo una lesión medular mientras rodaba la escena en la que Regan poseída le pega tal bofetada que la estampa contra la pared. Para conseguir ese efecto la actriz llevaba un arnés que tiraba de ella hacía atrás, el tirón fue tan fuerte que cayó sobre su coxis lesionándose la espalda y gritando de dolor. Obviamente esta mueca es la que vemos en la película, pero no es la única reacción real de dolor de los actores que vemos en pantalla, porque Friedkin se tomó lo del realismo muy enserio. Linda Blair (Regan) también se lesionó la espalda durante el rodaje, una de las veces en la que es arrojada sobre la cama se rompió una pieza de la plataforma.

Uno de los extras que aparecen en la escena del Hospital, Paul Bateson, técnico de rayos X en el Centro Médico de NYU, fue declarado culpable del asesinato de un crítico de cine y condenado a 20 años de prisión. También fue sospechoso de asesinar a 6 hombres a quienes afirmó haber recogido en bares gay, tener relaciones sexuales con ellos, después los asesinó, los descuartizó y los metió en bolsas de plástico por diversión. Además de lo sucedido con Bateson, murieron 9 personas asociadas con la producción de El Exorcista, se produjo un incendio en el set de rodaje que lo destrozó en un fin de semana, y los actores Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros murieron antes el estreno de la película.
Los efectos especiales de El Exorcista

Dejando un poquito de lado el tema de la maldición del rodaje de El Exorcista, vamos a hablar un poquito de los efectos especiales. Como os podréis imaginar eran bastante rudimentarios teniendo en cuenta la época en la que se rodó: el vómito verde de Regan era puré de guisantes, para conseguir el efecto del vaho saliendo de las bocas de los curas y de Regan, colocaron cuatro aires acondicionados en el set de la habitación que bajaron la temperatura a -30 grados. Y la pobre Regan sólo llevaba un fino camisón, ninguno querríamos estar en su pellejo en ese momento.
Para conseguir el efecto de que la palabra “ayudadme” surgiera del torso de Regan, en una desesperada llamada de auxilio, se construyó una réplica del tronco de Regan en espuma de latex. Las palabras las escribieron con pincel y un líquido especial que daba lugar a una reacción química, por lo que cuando entraba en contacto con el material iba apareciendo la palabra. Mientras que para rodar la escena del “paseo de las arañas”, que es cuando Regan baja las escaleras haciendo el puente, se fichó a la contorsionista Linda R. Hager que usó un arnés y cables colgantes. Aunque esta escena no se incluyó en la película porque según Friedkin no tenían forma de eliminar los cables, pero sí lo hicieron en la versión del año 2000.
La voz demoníaca de Mercedes McCambridge

Uno de los elemento más inquietantes del film debía ser la voz demoníaca de Regan una vez poseída. En un primer intento de conseguirlo probaron a distorsionar la voz de Linda Blair, pero no consiguieron el efecto deseado por lo que decidieron contratar a una actriz de doblaje, Mercedes McCambridge. Y la verdad es que se tomó muy enserio su trabajo por que lo llevó al extremo con tal de conseguir el mayor realismo posible. Mercedes insistió en comer huevos crudos, fumar en cadena y beber whisky para alterar sus vocalizaciones y distorsionar su voz. También quiso que su sacerdote estuviese presente para aconsejarla, pero es que la cosa no acaba aquí. Se ató a una silla con trozos de sábana amarrados a su cuello, muñecas, brazos, pies y piernas, para obtener un sonido más realista y que pareciera un demonio real luchando contra sus restricciones.
Amenazas de muerte

Aunque hoy en día El Exorcista no nos parezca gran cosa, por lo que os he comentado del mal envejecimiento y demás, en su día fue muy polémica, hasta el punto de que Linda Blair recibía constantes amenazas de muerte por parte de los fanáticos religiosos. A ver, que era una cría por aquel entonces. Todo esto porque dichos fanáticos creían que El Exorcista era una película que glorificaba a Satanás. Así que Warner Bross le puso unos guardaespaldas a Linda que la protegieron durante los 6 meses posteriores al estreno de la película.
El rodaje en Irak

Lo último que se filmó de la película fue el inició, las excavaciones en Irak en las que encuentran la estatua de Pazuzu. Esto se hizo así porque William Friedkin tuvo que llevar un equipo de rodaje totalmente británico, ya que por aquel entonces igual que ahora, las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irak no es que fueran las mejores. Así pues les permitieron rodar allí a cambio de que enseñaran a los cineastas iraquíes tecnicas avanzadas de cine y la fabricación de sangre falsa. Las escenas de Irak se filmaron en las autenticas ruinas de Nimrud y de Nínive, que actualmente están arrasadas debido a los bombardeos de 2015 por el Estado Islámico.
El demonio Pazuzu

Aunque en la película, creo recordar, no se dice el nombre del demonio en ningún momento, el causante del mal de toda la trama es Pazuzu. Pertenece a la mitología sumeria, acadia y asiria en la que es considerado el rey de los demonios del viento, hijo del Dios Hanbi. Era temido por ser el portador de las tormentas, las plagas, la peste, el deliro y la fiebre. Suele representarse con cuerpo humano, cabeza de león, garras de ave en lugar de pies y alas de águila. Además normalmente se muestra con la palma de la mano derecha hacia arriba, y la izquierda hacia abajo, simbolizando la vida y la muerte.
Un final poco probable

El final del Exorcista es un gazapo a gran escala, algo que seguramente la mayoría desconocerá. Atentos porque la explicación viene con spoiler [Inicio Spoiler]: El Padre Demian acepta sacrificarse para salvar el alma y la vida de Regan, por lo que acepta que el demonio entre en su cuerpo y lo posea. Seguidamente de que esto suceda, el cura se tira por la ventana para suicidarse y terminar con este tormento [Fin Spoiler]. Esto realmente no podría ser posible, ya que dentro de los curas vive el espíritu santo porque son hijos de Dios en la Tierra. Por tanto el demonio jamás podría entrar en el cuerpo del padre Demian.
El inicio de una franquicia fallida

Ya sabéis que cuando algo funciona hay que explotarlo hasta la saciedad, y obviamente viendo el éxito que tuvo El Exorcista en su momento, no quisieron dejar pasar la oportunidad. En 1977 llegó la secuela El Exorcista 2: el hereje, en la que Regan tiene 17 años y aún está recuperándose de los sucedido en la primera entrega. El tema es que la iglesia quiere negar lo sucedido entonces y acusa al Padre Merri de ser un hereje y recurrir a métodos que la iglesia no aprueba. Pero parece que Pazuzu no ha desaparecido del todo y esta dispuesto a ir a por la revancha.
Trece años después, en 1990, llegó la tercera entrega del Exorcista, basada en la novela de William Peter Blatty, Legion. Que por cierto, el propio autor dirigió la película. La trama sigue a un asesino en serie que está relacionado directamente con el Padre Karras y que actuó en el periodo en el que tenía lugar el exorcismo de Regan. En 2004 llegó El Exorcista: el comienzo considerada por muchos el mayor fracaso de la franquicia. La trama era anterior a El Exorcista, y contaba un poco las andanzas del Padre Merrin como arqueólogo. Finalmente en 2005 llegó la quinta y última entrega con Dominion, que funcionaba como una precuela del Exorcista que fue mejor recibida que la de 2004. Y esta se sitúa en las excavaciones que tienen lugar en Irak y donde encuentra la estatua de Pazuzu.
El Exorcista, la serie

En 2016 llegó a HBO – al menos en esta plataforma es donde yo la ví – la serie El Exorcista, que funcionaría también a modo de secuela de la película original en la primera temporada. La trama está protagonizada por el Padre Tomas Ortega (Alfonso Herrera), que tiene un don especial que lo dota de un poder extra para ayudar a aquellos tocados por el mal. El Padre Ortega se traslada a Chicago, donde recibe la llamada de socorro de Angela Rance (Geena Davis) que sospecha que una de sus hijas puede estar poseída por un demonio. Pero resulta que Angela realmente es Regan MacNeil, que se cambió el nombre para huí de su polémico pasado, pero parece que el diablo tiene una cuenta pendiente con ella y ahora ha ido a por sus hijas.