“No dejes que los bastardos te carbonicen”, sencillamente magnífica, no podía escoger una forma mejor para comenzar este pequeño viaje por El cuento de la criada que os propongo. En mi humilde opinión, no nos encontramos ante una serie más al uso que, bien se ha puesto de moda o bien la crítica ha decidido que esté donde está por cuestión de “billetes”. Nada que ver. El cuento de la criada (The Hadmaid’s Tale) y su protagonista, de Fred – June, nos transmiten una serie de fuertes y duros mensajes que nos hacen darnos de golpe contra una realidad que, pese a nuestra ignorancia, la tenemos más cerca de lo que pensamos.
Pese a que nos encontramos ante la adaptación de la obra de Margaret Atwood, en la que nos presenta una distopía – una sociedad ficticia e indeseable en si misma que podría darse en un futuro – la autora ha declarado que se ha basado en hechos reales que, o estaban sucediendo en ese momento o ya habían sucedido. Y ahora tú te estarás preguntando en qué localizaciones de este planeta han sucedido semejantes barbaridades, bien pues atiende: la América puritana del siglo XVII, en la poligamia, las ejecuciones públicas legales en países como Irán o Corea del Norte, los casos de los niños robados desde el inicio de la II Guerra Mundial, en la Rumanía de Ceauçescu que imponía el parto obligatorio, y en el retroceso del feminismo en los años 70 y 80.
Ante semejantes ingredientes y con una chef de prestigió, la receta tenía que ser más que brillante, aunque para muchos El cuento de la criada pues… simplemente no les gusta. Como pasa con aquellos que siguen negándose a ver Juego de Tronos. Así que, aunque sea sólo con el fin de descubrir la importante función que tiene esta serie, os invito a leer.
El argumento de El cuento de la criada
The Handmaid’s Tale nos sitúa en una Estados Unidos que tras sufrir, supuestamente, una serie de atentados islámicos pasa a ser gobernada por unos políticos teócratas que crean la república de Gilead. Con la excusa de los “ataques” y de proteger a la población y demás discurso político regala oídos, lo que hacen es imponer una dictadura realmente brutal en la que prácticamente han suprimidos las libertades y derechos sociales, especialmente los de las mujeres. A estas últimas las dividen por rangos o castas y se lleva a cabo una persecución sobre ellas peor a la que llevaba a cabo el Tribunal de la Santa Inquisición.
Dentro de esta nueva sociedad, el papel más importante es el de las “criadas”, cuyo valor reside en lo fértiles que son sus ovarios. Y es que los ataques terroristas están acabando con la capacidad de las mujeres para tener hijos, por lo tanto, Gilead necesita a las criadas para que sean ellas quienes tengan a los bebés de los comandantes y así cumplir con el nivel de nacimientos establecido por Gilead para mantener con éxito su modelo de sociedad.
Y entre las criadas se encuentra de Fred (Offred), quien ha perdido todo lo que tenía: su nombre, su dinero, propiedades, familia y lo más importante de todo, su libertad al ser secuestrada por Gilead.
El adoctrinamiento a las criadas
Todas aquellas mujeres como de Fred, han llegado a Gilead de forma similar a la suya, por lo que son sometidas a un duro proceso de adoctrinamiento, para que se comporten y actúen como se espera de ellas. Tras inculcarles cuál va a ser su nueva función en la sociedad y la importancia que conlleva, pasan a ser asignadas a un matrimonio compuesto por la mujer y el “comandante”, quien una vez al mes las violará para procrear con ellas. En caso de que la criada no se comporte como se espera de ella, será sometida a castigos rituales que pueden ir desde perder un ojo hasta la muerte.
A lo largo de la historia, mediante la técnica del flashback, de Fred – June junto con el resto de los personajes co-protagonistas de El cuento de la criada, nos van contando que serie de hechos se fueron sucediendo hasta situarnos en el momento actual de la serie en el que nos encontramos. Dónde De Fred consigue establecer una especie de relación de amistad con su comandante, pese a que ella le odia con todo su ser, pero lo ve como una ventaja para luchar contra Gilead y poder así conseguir destruir esta nueva sociedad tan arcaica.
La jerarquía social de las mujeres en Gilead
En El cuento de la criada vemos que la sociedad dictatorial establecida por Gilead se divide en estamentos, más que en clases sociales, y pertenecer a un nivel social u otro depende de diferentes factores. Por lo general son las mujeres las que se dividen en un mayor número de “clases”, las cuales se diferencian por el color de la ropa o uniforme. A grandes rasgos generales distinguimos entre dos “categorías” de mujeres: las legítimas y las ilegitimas. Las primeras tienen una función importante o crucial para la República de Gilead, las segundas, serían lo que consideran escoria.
Mujeres legítimas en Gilead
Las Esposas: visten constantemente de azul, color con el que además se hace un guiño a la Virgen María, quien a menudo aparece vestida de este color en las diferentes disciplinas artísticas. Son consideradas mujeres moralmente puras y a pesar de que son las que ocupan el lugar más alto de poder dentro de las mujeres en Gilead, están oprimidas por sus maridos.
* Las Econo Esposas, estas se consideran la versión pobre de las esposas. Pertenecen a una clase social baja que les permite tener su casa, su marido y hasta sus propios hijos, pero sin criadas ni marthas. Si por algo se caracteriza es por llevar una ropa gris, que a las veces hace que se puedan confundir con las marthas.
Las Tías: llevan un uniforme marrón oscuro, son las que se encarga del adoctrinamiento de las criadas, de que estas se comporten como se espera de ellas y de castigarlas o realizar las ejecuciones oportunas en caso de que esto no suceda. Normalmente estas mujeres tenían puestos de poder antes de la creación de Gilead.
Las Marthas: en la novela visten de verde, pero en la serie visten de un tono verde que se asemeja más al gris, y son las encargadas de limpiar y de cocinar en casa. Suelen ser mujeres de minorías étnicas que no están casadas ni son fértiles.
Las Criadas: estas visten de rojo y las razones de por qué son variadas: en primer lugar supone un guiño a María Magdalena la pecadora arrepentida de la Biblia; los prisioneros alemanes que se encontraban retenidos en Canadá durante la Segunda Guerra Mundial vestían uniformes de color rojo para destacar en la nieve; y finalmente porque el rojo es el color de la sangre que pierden en el parto de cada niño que tienen que traer al mundo. Las criadas tienen tres oportunidades para quedarse embarazadas en 3 casas diferentes, permaneciendo en cada una de ellas un período de 2 años, de agotar sus oportunidades son enviadas a las colonias.
Mujeres ilegitimas en Gilead
Las Jezabels residen en el prostíbulo El Jezabel, y acostumbran a llevar ropa provocativa propia del lugar en el que se encuentran. Allí residen feministas, lesbianas, mujeres no fértiles, disidentes políticas, etc.
En las Colonias encontramos a todo tipo de mujeres, incluso a esposas, que son enviadas a una muerte segura debido al enorme nivel de contaminación que hay allí. Es el castigo impuesto por no cumplir las leyes y normas de Gilead.
En cuanto a los hombres, su división se hace por el nivel económico que poseen. Los hombres ricos tienen Marta que cocine y limpie la casa, Criada que geste sus hijos y Esposa que lo cuide a él y a sus hijos. En cuanto al hombre pobre, sólo puede optar a tener una esposa que haga la función de las tres mencionadas antes.
Los rituales más brutales de El cuento de la criada
Si hasta ahora os había podido parecer fuerte la trama de la serie, ahora viene lo “mejor” de todo: los rituales. La verdad que esto es lo que me pareció más fuerte, aunque concretamente el del parto ya sí que me dejó bastante helada, porque es en ese momento en el que eres consciente de que el nivel fanatismo que envuelve a Gilead y su sociedad no tiene límites.
En primer lugar está la ceremonia, que es la ritualización de la violación a la criada. Aquí primero se lee una especie de pasaje para que el señor bendiga el fruto y la criada quede embarazada tras el acto. Después, esposa, comandante y criada pasan a la habitación de los señores; la esposa se sienta en la cama con las piernas abiertas y sobre ella y boca arriba se tumba la criada. La esposa le sujeta los brazos para inmovilizarla, mientras la criada tiene que sujetar los tobillos de la esposa y después se produce la violación. Esto ya resulta fuerte porque utilizan a la criada como si fuese un nexo de unión entre ellos para que se produzca el embarazo.
Y en segundo lugar está la ceremonia del parto. Esto ya es para flipar. La esposa cuya criada va a tener el niño es vestida con ropas blancas como si ella fuese quien va a dar a luz, junto con otras esposas realiza los mismos ejercicios que su criada y casi que hasta la interpreta: contracciones, suspiros, respiración, gritos de dolor… Y cuando se produce el parto, a la esposa la sientan en una silla especial, mientras la criada se sienta a sus pies sobre un cojín y da a luz rodeada por más criadas (de nuevo vuelve a ser un nexo de unión). Cuando sale el niño se lo dan a la esposa y seguidamente se tumba en una cama como si hubiese tenido ella el niño en casa, mientras la criada se queda justo donde está. Pero es que esto hay que verlo para apreciar su dureza.
Los símbolos ocultos de El cuento de la criada
Esto ya casi parece la Biblia y todo… aunque igual es mejor no hacer esas comparaciones (nótese la ironía). Aunque si hablo de comparar es por el tema de los símbolos y sus significados, que muchas veces no somos conscientes de ellos pero guardan una función importante en la serie, es más, nos ayudan a entender muchas cosas:
- Gilead: el nombre de esta nueva sociedad no está elegido al azar, y es que en inglés significa, y cito textualmente, “lugar bíblico secreto”. Tiene sentido si tenemos en cuenta que es una sociedad muy protegida y que permanece aislada del resto del mundo.
- La Noche: esto quizás tenga más sentido en la obra literaria, pero la noche en si es el único momento que tienen las criadas para ellas, y es entonces cuando de Fred tiene sus reflexiones y piensa en su anterior vida.
- Puritanismo: encontramos numerosos rasgos de puritanismo en la sociedad de Gilead, ya que hablan constantemente de la culpa de lo que ocurrió en el pasado, lo que les ha llevado al momento en el que viven que lo conciben como un castigo de los malos actos, los castigos y ejecuciones públicas, etc.
- Mayday: es la palabra de “seguridad” o contraseña que comparten criadas de distintas casas, significa ayuda.
7 curiosidades de The Handmaid’s Tale
- La autora del libro, Margaret Atwood, hace un pequeño cameo en el capítulo piloto de la serie.
- En un principio el título original del libro del que surge la serie se titulaba Offred, pero la Margaret Atwood decidió cambiarlo a “El cuento de la criada” como un guiño a los cuentos de hadas y en honor a los Cuentos de Canterbury.
- El personaje de Serena Joy, la mujer del comandante, está inspirado en la activista y política estadounidense Phyllis Schlafly.
- El nombre real de Offred nunca ha llegado a aparecer en la versión literaria, pero en el libro se menciona el nombre de June, es por ello que han decidido que ese sea su nombre real.
- En la obra literaria Serena Joy y su marido Fred son mucho más mayores que de Fred, pero en la serie han querido que sean de la misma edad para que Serena y June se enfrente de forma directa.
- Las actrices que interpretan a las criadas no conseguían ver nada del set debido a los enormes tocados que portaban, por ello se guiaban mediante la voz de sus compañeras.
- La autora sitúa la acción en Estados Unidos porque su intención es presentar a Canadá como un lugar de prosperidad al que huir en busca de una vida mejor, una especia de tierra prometida. Es que ella es canadiense.

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Bien analizada,