En post anteriores – muy anteriores – de la sección de Contenido Extra hemos visto los diferentes géneros cinematográficos, en que consiste la narración audiovisual, los tipos de cámaras y sus soportes, ángulos y planos o cómo se introduce la música en una producción audiovisual. Vamos que poco a poco nos estamos convirtiendo en unos expertos en cine ¿no os parece? Bueno, pues para esta ocasión os voy ilustrar, explicar y enseñar la diferencia entre las producciones multicámara y monocámara. Porque no todas las grandes producciones o películas de éxito han necesitado más de una cámara para hacer su magia, véase el caso de El proyecto de la Bruja de Blair.
A grandes rasgos, o así por encima, podemos pensar que principalmente estos dos tipos de producciones se diferencian en el número de cámaras con las que se trabaja, y ya. Pues sí, sí y no… Porque aunque pueda parecer una tontería el hecho de trabajar con una cámara o más de una, a la hora de grabar es un mundo y por tanto se consiguen resultados muy diferentes. Y es que la historia o realidad que se quiere mostrar al espectador no se capta de la misma forma, ahora lo vamos a ver:
Producciones Multicámara
Como su propio nombre indica y como nosotros ya sabemos, en las producciones multicámara se utilizan varias cámaras – válgame la redundancia – para filmar las diferentes escenas y secuencias que componen una película, serie, programa o cortometraje. Esto supone que en el set de rodaje se colocarán varias cámaras en “puntos estratégicos” o determinados, de forma que se pueda captar la escena desde diferentes ángulos y planos. Así consiguen filmar el cruce entre los personajes o lo que viene siendo el plano y contra plano, al igual que también se filman planos generales o de apoyo que son de gran utilidad a la hora de montar el metraje.
Porque claro, llevar a cabo una producción multicámara tiene muchas ventajas… Para empezar al captar la escena desde diferentes puntos no hace falta que se vuelva a repetir, lo que agiliza el rodaje y evita que el actor deba volver a repetir su papel. Esto es importante porque debe realizar su interpretación de la misma forma que lo hizo la primera vez, ya que al unir metraje no debe notarse que se ha vuelto a repetir la escena ¿se entiende? Otra de las ventajas es que también abarata el rodaje, especialmente en las películas de acción en las que vemos cientos de efectos especiales, explosiones, accidentes de coche, persecuciones, etc. Recrear estas partes de la trama supone una alta inversión económica, así que ahora imagínate que hubiese que repetir una porque querías un plano determinado, y claro, sólo funcionas con una o dos cámaras…
La parte negativa de las producciones multicámara, que la hay, es que tienes que asegurar que la iluminación sea la misma para todas las cámaras, porque tiene que haber una homogeneidad, obviamente. Y que además no te permite una gran libertad de planos, ya que esto se limita a la posición en que se colocan las cámaras, por lo que suelen ser planos más bien cortos.
Producción Monocámara
En las producciones monocámara pasa todo lo contrario, se realiza el rodaje con una sola cámara, ya que con esta “técnica” lo que quieren los cineastas es ofrecer un mayor realismo al espectador. También podríamos decir que es mucho más artístico, ya que da libertad a la hora de realizar determinadas tomas, porque se puede cambiar de ángulo o de plano sin tener que depender de la posición de otras cámaras. Pero obviamente se ha realizado un minucioso estudio de todos y cada uno de los planos que se van a rodar. Porque claro hay que detener la acción y realizarla de nuevo para captar la misma escena desde otra perspectiva, por lo que el rodaje cuesta el doble de trabajo que en las producciones multicámara. Así que por lo menos hay que hacerlo a conciencia, aunque suele haber excepciones.
Llegados a este punto, en el que más o menos podemos apreciar la diferencia entre multicámara y monocámara, lo más probable es que estéis pensando que rodar con una sola cámara es un coñazo. Pero tiene sus ventajas, claro está. Los planos que se van a filmar son diseñados por separado por lo que se obtiene un mayor realismo y hay mayor libertad a la hora de editar o escoger las lentes con las que rodar.
Este tipo de producciones las hemos podido ver en documentales, producciones de televisión o en películas como El proyecto de la Bruja de Blair o REC, aquellas que pertenecen al subgénero found footage, lo que viene siendo metraje encontrado, que son aquellas películas cuyo metraje se presenta como si fuese material descubierto.
Bueno queridos míos, espero que este post os haya sido de utilidad, entretenido, haya cambiado vuestras vidas – mira que soy exagerada – o simplemente un dato más que ya sabéis. Que cada uno opine lo que quiera ¿no os parece? Nos leemos en el próximo post.
Nox.