Descubre las curiosidades de la milla verde, la adaptación cinematográfica la icónica novela de Stephen King.

La mejor forma de empezar este post de curiosidades de la milla verde, en mi opinión, es explicándoos que nos encontramos ante una película cuya trama está basada en un caso real. Con tan solo 14 años, George Stinney Jr. se convirtió en la persona más joven en ser ejecutada en la silla eléctrica en EE.UU, por haber asesinado presuntamente a dos niñas blancas de 11 y 8 años. Esta ejecución no debió suceder, y 70 años después, en el 2014, llegó la exoneración. La familia consiguió reabrir el caso, ya que el pequeño Stinney declaró bajo coacción y sin la presencia de un abogado. Además tenía una coartada que no lo situaba en el lugar de los hechos cuando se produjo el crimen.
Esta injusticia fue tomada por Stephen King como inspiración para para su novela, La milla verde, obra icónica del escritor. Y la adaptación cinematográfica que hoy nos reúne aquí tampoco se queda atrás. Así que dicho esto, no os entretengo más para que podáis disfrutar de las siguientes curiosidades de la milla verde.
1. El favor de Tom Hanks a Frank Darabont

Os voy a poner en antecedentes. Frank Darabont es el director de La milla verde (1999) y Cadena perpetua (1994), y cuando fue a rodar esta última contaba con Tom Hanks para interpretar a Andy Dufresne. Pero qué pasó, que le dejó colgado para protagonizar Forrest Gump. Así que cuando llegó el momento de rodar La milla verde, aceptó con gusto interpretar a Paul Edgecomb.
2. El papel de John Coffey

Encontrar al John Coffey perfecto no fue una misión fácil para los productores, ya que no paraban de surgirles problemas. Así que el bueno de Bruce Willis les sugirió que contratasen a Michael Clarke Duncan, a quien ya conocía porque habían trabajado juntos anteriormente en Armagedgon (1998). Y a la vista está que siguieron la recomendación al pie de la letra.
3. Una vejez fallida

En un principio llevaban idea de que Tom Hanks también interpretase la versión anciana de Paul Edgecomb. Pero tras el nefasto resultado de las pruebas de caracterización, tuvieron que desechar la idea. Así que finalmente optaron por contratar a otro actor, y el elegido para el Paul Edgecomb anciano fue Dabbs Greer. Pese a que no se parezca físicamente a Tom Hanks, personalmente creo que funcionó muy bien en la película.
4. Un John Coffey gigante

John Coffey es que es un tío gigante, pero lo cierto es que el actor Michael Clarke Duncan tenía la misma altura que David Morse, que interpreta a Brutu Howell. Así que para crear la sensación visual de que era enorme y más alto de lo normal, jugaron con la ilusión al filmar en determinados ángulos. Además también hicieron modificaciones en los elementos que rodeaban a Michael Clarke Duncan, como por ejemplo la cama de su celda, que se hico más pequeña para que no cupiera en ella. Y bueno, lo mismo hicieron con la silla eléctrica.
5. La ejecución de Eduard Delacroix

La fatídica escena de la ejecución de Eduard Delacroix, se inspiró en una ejecución similar que tuvo lugar en la vida real. Concretamente os hablo de Jesse Tafero, quien durante su ejecución sufrió un verdadero calvario, ya que de su cabeza salían llamas de hasta 15 centímetros. En este casó se alegó el fallo a que se había utilizado una esponja sintética en vez de una natural, no como lo que vemos en la película, que sucede al no haberse mojado la esponja.
6. La visita de Stephen King

El escritor y creador de la obra, Stephen King, solía visitar el set de rodaje de vez en cuando. En una de las ocasiones pidió que lo ataran a la silla eléctrica, ya que quería saber lo que sentía los condenados antes de ser ejecutados. Tras la experiencia declaró que no le había gustado nada como se había sentido, e incluso instó a Tom Hanks a que la probase él. Pero el actor, que siempre se metía en el papel de Paul Edgecomb cuando King visitaba el set, se negó alegando que estaba al cargo del bloque.
7. Una escena complicada

A la hora de rodar la escena en la que John Coffey cura a Paul Edgecomb de su infección de orina, Michael Clarke Duncan se sentía muy incomodo, ya que tenía que tocarle el paquete a Tom Hanks. Cuando llegó el momento de filmar y Ducan fue a poner la mano en la entrepierna de Hanks, descubrió que el actor se había metido en el pantalón una botella de agua vacía. De esta forma ningún de los dos se sintió incómodo a la hora de rodar la escena.
8. Un pequeño ratón de circo

Por mucho que no te gusten los ratones es imposible no cogerle cariño al Sr. Jingles, pero debéis saber que para la filmación de La milla verde utilizaron un total de 15 ratones. Además cada uno de ellos fue entrenado a lo largo de 6 meses para realizar los diferentes trucos que vemos en pantalla. Ninguno de ellos sufrió daños, de hecho en la escena en la que Percy mata al Sr. Jingles de un pisotón, se sirvieron de una marioneta. Aunque también debo deciros que muchas veces, cuando los actores miran al suelo, están mirando a un laser rojo y no a un ratón.
9. Una dura infancia

Una de las curiosidades de la milla verde es que para las escenas en las que John Coffey tenía que llorar, bueno en las que se le ve sufriendo mucho, Michael Clarke Duncan tenía una técnica dolorosa. Duncan se acordaba del abandono que sufrió por parte de su padre cuando era pequeño, entonces cada vez que pensaba en ello lloraba.
10. Un genial Tom Hanks

Si todavía necesitas más razones para admirar y querer, a partes iguales, a Tom Hanks deja que te cuente una cosa. A lo largo de todos los meses que duró el rodaje de la milla verde, nuestro queridísimo Tom Hanks invitaba todos los viernes a comer a todo el equipo de rodaje, sin ninguna excepción. Un acto que sin duda hizo que todos fueran una piña. Cuando decimos que hay que querer a Tom es por algo.
11. Un personaje odioso

Hace falta poco para acabar odiando al personaje de Percy ¡Ojo, no al actor! Por lo que para acentuar o intensificar este sentimiento hacia él, le dieron al actor Doug Hutchinson los zapatazos que más ruido hacían al caminar. Esto al final se convirtió en un rasgo característico del personaje, y si prestas atención verás como suenan esos dichosos zapatos.
12. El alma de la película

Según el productor de La milla verde, si hubo un actor que fue el alma de la película, sin duda ese fue Michael Clarke Duncan. De hecho aún os contaré más, el último día que Tom Hanks rodó con él terminó llorando. Y mira, otra razón más que os dado gratuitamente para que admiréis a Tom Hanks, y por supuestísimo también a Michael Clarke Duncan.
13. La milla verde

El famoso bloque en el que transcurre prácticamente toda la película, fue construido por el equipo de producción. Lo edificaron como si se tratase de un salón, con unas medidas determinadas para asegurar de esta manera que podían mover las cámaras como el rodaje necesitaba. Esto además les permitía poder seguir el paso de los actores en las tomas más largas.