Antes de nada ¡aviso a navegantes! esta crítica/review contiene bastantes spoliers, por tanto si decidís leer este post sin haber visto antes “Enganchados a la muerte” será bajo vuestra responsabilidad. Aunque si tengo que ser sincera, que por supuesto lo soy, tampoco va a ser una gran put*** haceros algún que otro spoiler porque la verdad es que este largometraje es más para pasar el rato que otra cosa ¡Os comento!
Vayamos por el principio, Enganchados a la muerte se trata del remake del largometraje de 1990 Línea mortal, dirigido por Joel Schumacher con guion de Peter Filardi (Jóvenes y brujas) y protagonizada por unos jovencísimos: Kevin Bacon, Julia Roberts, Kiefer Sutherland, William Baldwin y Oliver Platt. Originalmente había sido concebida a modo de secuela de Línea mortal, pero finalmente se ha quedado en un intento de remake. Claro según comentan los que han visto ambos largometrajes es un calco de la original que no aporta nada nuevo, en mi caso me queda pendiente Línea mortal, así que esta crítica es un “partimos desde cero” ¿vale?
Lo que la sinopsis nos cuenta de este remake es que: un grupo de cinco estudiantes de medicina deciden llevar a cabo una investigación, la cual consiste en detener temporalmente su corazón para tener experiencias cercanas a la muerte y demostrar que el cerebro continúa teniendo actividad después de morir la persona. Pero el hecho de cruzar el umbral al más allá trae consigo una serie de consecuencias paranormales, con las que estaba claro que ninguno de ellos contaba.
Vale, desde luego que hasta aquí todo parece ir bien. Te planteas que se estarán buena parte de la película muriendo y reviviendo como si al final fuese una droga, y que obviamente abrirán alguna puerta – de esas rojas de espíritus del inframundo – que es lo que suele pasar cuando se juega con la vida y la muerte. Por supuesto un ser maligno los atormentará y tendrán que saber contra qué están luchando para poder detenerlo. Esta es la película que me monté yo cuando vi el tráiler y leí la sinopsis, ahora viene lo que realmente me he encontrado.
En la secuencia de apertura vemos a una de los cinco protagonistas viajando en coche con su hermana pequeña. Es Courtney, a la que interpreta la maravillosa Ellen Page y la verdad que es un personaje que no le hace mucha justicia… En fin, tienen un accidente de coche y sólo sobrevive ella, por lo que a la vuelta de unos nueve años – cuando es una estudiante de medicina experimentada – decide arrastrar a varios compañeros suyos para probar una teoría: que el cerebro continúa manteniendo actividad después de la muerte. Sí, todo muy guay y tal.
Pero resulta que realmente lo que ella quería conseguir era contactar con su hermana, la cosa es que de repente la trama comienza a dar giros, uniendo diferentes aspectos que te dejan bastante descolocado. Digamos que los puntos cumbres de la acción no están muy bien definidos. Ahora empieza a venir lo bueno, y es que aquellos que se someten a la parada cardíaca para luego ser reanimados regresan del más allá con el cerebro reconfigurado. Vuelven siendo más inteligentes, más hábiles, enérgicos ¿enserio? Esto ya empieza a tener poco sentido, deberían darle más importancia a la realidad que han percibido o cómo es el más allá. Pero volver con un coeficiente intelectual más alto como que no.
Como Courtney ha regresado a modo súper humano del más allá, ahora los demás también quieren pasar por el experimento. Se lo toman como un juego, incluso como una competición de quien es el que aguanta más minutos muerto. Bueno pues ahora viene el tema de haber dejado la puerta abierta, y de que han traído un ente del más allá que está haciendo justicia espiritual con ellos. ¿Qué a qué me refiero con esto? Pues que resulta que todos ellos – menos uno, no os digo quien es – tienen cuentas pendientes con personas fallecidas, o al menos eso es lo que nos dan a entender. Por tanto lo que tienen que hacer si no quieren morir es arreglar el mal que han hecho… Pero es que luego resulta que no todos están muertos.
Entonces llegados a este punto, está claro que han querido dar un par de giros interesantes a la trama para hacer la película más emocionante, y al final les ha salido una especie de batido hecho con las sobras que han encontrado por la nevera. Hay escenas o momentos concretos que los añaden al metraje así, por que sí. Y tú piensas, pues vale, a ver en que queda la cosa al final. No obstante no es una gran película, ni tampoco un gran guion. Es entretenida para pasar el rato, pero no consiguen salvarla ni Ellen Page ni Nina Dobrev (interpreta a Marlo).
Consideraba un punto a su favor la participación de Sutherland, la verdad que soy fan de incluir en los remakes un guiño a la versión original, pero se ha quedado un poco en un quiero y no puedo. No tiene peso argumentativo, es un poco triste que su interpretación apenas aporte algo al metraje. Así que si los suprimimos de la película no nos perdemos nada importante.
En cuanto a las escenas de terror son de manual, y la verdad que también algo sobrias y sencillas, son muy previsibles hasta para aquellos que no sean muy amigos del género de terror. Pero aquí cada uno cuenta la historia a su manera. Quizás habría sido mejor que se hubiesen mantenido en la línea del suspense y hubiesen dejado un poco más de lado el género de terror. En resumidas cuentas, crea un ambiente prometedor que llega a un punto en el que hay que resolver la trama sea como sea, y tenga el sentido que tenga algo a lo que nos han acostumbrado muchas películas que presumen de ser de terror.