A lo largo de las dos primeras temporadas de la dramedia (combinación de drama y comedia) creada por Sarah Lampert, Ginny y Georgia, hemos visto una evolución más que notable en sus dos protagonistas principales. Aunque bien es cierto que si por algo se caracteriza esta producción es por tener unos personajes, con historias profundas y complejas, que de una forma u otra deben acabar enfrentándose a sus propios «demonios».
Esta complejidad que caracteriza a cada uno de ellos queda trasladada a su vestuario, que no sólo es un reflejo de su personalidad sino del momento en el que se encuentran. Un vestuario que ha estado a cargo de la diseñadora Bernadette Croft durante la primera temporada, y que en esta segunda ha recaído en la diseñadora Julia Patkos. Y debo destacar que esta última diseñadora supo guardarnos una sorpresa increíble al final de la temporada. Sin duda tanto el trabajo de Croft como de Patkos han sabido retratar la personalidad y evolución que han experimentado Georgia y Ginny Miller a lo largo de la serie, y es esto precisamente lo que vamos a analizar en este post sobre el vestuario de Ginny y Georgia.
La evolución del vestuario de Ginny

Toca comenzar por el principio y es justo el momento en el que conocemos a Virginia, Ginny para los amigos. Este personaje viene de una vida en la que, debido a las constantes mudanzas, nunca ha podido llegar a echar raíces en ningún sitio. Ahora en Wellsbury tiene que volver a ser la chica nueva y eso hace que ella quiera pasar desapercibida entre la multitud, ya que no sabe sí este será el lugar definitivo. Al mismo tiempo esta situación desencadena en ella inseguridades, ya no consigo misma sino con el ambiente en general, por lo que vemos que se viste con ropa holgada y de tonalidades apagadas. Siempre buscando esconderse.
Lo único que Ginny quiere es mimetizarse con el entorno y que nadie se dé cuenta de que ella está ahí. Esto no se debe a que sea una chica insegura con su cuerpo, sino a que estaría tratando de evitar establecer vínculos afectivos con cualquier compañero para no tener que romperlos después. Algo que ya le ha sucedido anteriormente y ha sido muy doloroso para ella.
Dejando atrás las inseguridades…

Pero conforme la familia Miller va echando raíces y Ginny se hace amiga de unas compañeras de su instituto, vemos como va cambiando de forma gradual su forma de vestir. Poco a poco se va alejando de los colores oscuros para apostar por colores más vivos, así como también la ropa ancha pasa a un segundo plano para dar paso a ropa más «ajustada».

Y lo cierto es que no sólo cambia su forma de vestir sino que también le da un giro interesante a su pelo. En algunos episodios de la primera temporada vemos que se lo alisa dejando atrás el recogido que se hacía al principio, aunque esto podría ser como consecuencia de convertirse en la Ginny perfecta que todo el mundo espera de ella: la chica perfecta, con el novio perfecto, etc.

Finalmente, cuando todo parecía ir viento en popa, el maravilloso mundo que se había construido entorno a Ginny se desmorona. Por lo que termina la primera temporada de la misma forma que la empezó: con el conjunto con el que fue al instituto el primer día pero con algo más, la biker de cuero de Georgia. Pero lo cierto es que Ginny no ha vuelto al punto de partida, ya que lo que esa chaqueta simboliza es que ha tenido que volverse más fuerte de lo que ya era…
La chica rebelde de la segunda temporada

Tras las preguntas que quedaron en el aire al final de la primera temporada, en el regreso de Ginny y Georgia vemos que Ginny necesita ayuda profesional para poder lidiar con su nueva situación. Y es que no sólo ha descubierto uno de los mayores secretos de su madre, sino que ha perdido a sus amigas y cree que el chico que le gusta la ha utilizado. Una situación que la lleva a recuperar la ropa ancha de colores oscuros de la que hablábamos al principio.

Pero una vez regresa a casa de su madre, acepta la ayuda de su padre y cambia su situación con Marcus, este giro que hay en su vida es patente también en su ropa. Pasa a ser una adolescente rebelde que adopta un estilo un tanto «emo/grunge» con pantalones cortos rasgados, medias, botas de estilo militar… pero esta etapa rebelde poco a poco la va abandonando de cara a la segunda mitad de la temporada. Conforme se arreglan las cosas en su entorno, con su madre y ella se va sintiendo más segura, abandona los colores oscuros y el estilo grunge para abrazar el color en un vestuario más noventero. Ginny está floreciendo y el culmen de este florecimiento está en el traje que lleva para la boda de su madre.
El traje blanco de dos piezas de Ginny

Llegados a este punto de la trama, sin duda el camino que Ginny ha recorrido la ha convertido en una nueva persona. Un cambio que ha quedado reflejado en su máximo exponente en el traje blanco que lleva en la boda de Georgia y Paul. Sobre este dos piezas blanco que luce Ginny, la diseñadora de vestuario Julia Patkos ha afirmado que querían alejarse del look cursi y tradicional típico de las damas de honor.
Pero el blanco es un color que, si atendemos a su simbolismo, nos está dejando un claro mensaje sobre quién es ahora esta nueva Ginny: una mujer reflexiva, que ha limpiado su mente pero que sobre todo ha crecido y por primera vez está en paz consigo misma. sin duda en el diseño de vestuario las cosas nunca se dejan al azar. Tenemos que tener en cuanta también que Sarah Lampert, la creadora de la serie, declaró que el hecho de que Ginny se vistiera de blanco sería idea de Georgia, que estaría tratando de reflejar una promesa para ella y su hermano: el comienzo de una nueva etapa para todos.
La camaleónica Goergia Miller y su vestidor

Llega el turno de analizar el vestuario de nuestra queridísima Georgia Miller, a quien conocemos con un look sureño más propio quizás de una adolescente que de una madre de dos niños. Pero lo cierto es que al fin y al cabo Georgia tiene 30 años, y al haber sido una madre joven, no pudo disfrutar de su adolescencia como debería haberlo hecho. Con su camiseta amarilla, los pantalones cortos a rayas y la bandana roja, Georgia nos está diciendo que sigue siendo una chica joven que tiene mucha vitalidad. Nadie sería capaz de adivinar de donde viene y lo que ha padecido.

Además si por algo se caracteriza Georgia es por planear cada una de las cosas que hace, sobre todo cuando tiene que escoger la ropa que llevará en cada ocasión. Es por ello que el vestido rosa chicle que se pone cuando va a recoger a Autin al colegio es toda una declaración de intenciones. Está mandando un claro mensaje a Wellsbury «Georgia está aquí». Pero claro, nuestra co-protagonista se encuentra en una situación un tanto delicada: todavía no ha cobrado el dinero de la herencia por lo que necesita trabajar.

Y si algo está claro es que el estilo de vestir que caracteriza a Georgia no hará que la tomen enserio, por lo que decide darle un giro interesante y adopta un look de empresaria: blusas y camisas de seda, pantalones de oficina de tiro alto, americanas de distintos estampados… Pero aunque cambia su ropa, juega con los colores para dejar entre ver que sigue siendo ella misma pero ahora como mujer de negocios. Poco a poco Georgia va perfeccionando este nuevo estilo acorde al ritmo al que va evolucionando su desarrollo y crecimiento laboral.
El traje de sufragista en la fiesta de la victoria

El culmen de su éxito en el Ayuntamiento de Wellsbury llega con la reelección del Alcalde Paul Randolph, gracias a la gran gestión que han hecho Gorgia y el equipo del alcalde. Para celebrar tal ocasión ante los ciudadanos de Wellsbury, Georgia escoge un traje blanco que recuerda al que llevaban las sufragistas de 1920, y sobre dicho traje opta por un abrigo amarillo pálido que fue diseñado y creado exclusivamente para el programa. La diseñadora Bernadette Croft afirma haberse inspirado en el abrigo azul medianoche de Stella McCartney que usó Meghan Markle.
El impresionante vestido de novia de Goergia

Y al igual que hizo Julia Patkos en el último episodio de la segunda temporada, aquí también he querido dejar lo mejor para el final: el increíble vestido de novia que luce Georgia en su boda. Esta iba a ser la boda de Cuento de Hadas que tanto había anhelado Georgia, por lo que tenía que llevar el vestido más impresionante visto hasta ahora. Por ello tanto la creadora de la serie, Sarah Lampert, como la Showrunner Debra J. Fisher tenían claro que ese vestido debía ser como el de la Cenicienta (live action de Disney), haciendo así un guiño especial al título del último episodio: «No soy Cenicienta«.
Esta era la segunda vez que Georgia se casaba, por lo que descartaron la idea de que el vestido fuera blanco, y optaron por un azul pastel poco tradicional. Teniendo claro lo que querían, la diseñadora de vestuario Julia Patkos se puso manos a la obra para encontrar el vestido perfecto, y entonces dio con el increíble vestido azul Calipso de la Colección Nupcial de la Primavera 2022 de Ines Di Santo.

Patkos se puso en contacto con Di Santo, quien no dudó en enviarles el vestido de novia Calipso. Esta pieza de alta costura tardó en ser confeccionado 150 horas, no es de extrañar si tenemos en cuenta que sólo la cola del vestido mide 4,5 metros de largo. El vestido tenía tales dimensiones que ocupaba todo el probador del set, pero además supuso una serie de desafíos logísticos para el equipo de producción. Y es que durante la filmación de la ceremonia querían acomodar el ancho de la falda y la cola, para que se grabase el vestido en todo su esplendor. Así que finalmente la mejor opción fue la de cambiar el set y trasladarlo a un espacio más grande.

Volviendo al vestido diseñado por Di Santo, este debía tener una entrada espectacular en el episodio, por lo que Patkos confeccionó una capa blanca inspirada en la mismísima Jackie Kennedy, así Georgia podría ponérsela sobre su vestido antes del inicio de la ceremonia. Y para completar el look de ese mágico día, Julia Patkos escogió un segundo vestido más ligero, para que Georgia pudiese disfrutar de la recepción, la comida y sobre todo del baile. Esto facilitaba las cosas a nivel de producción, pero además no sería propia de Georgia no tener un cambio de vestido, con lo que se lleva eso ahora.